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Hedda Gabler

Argumento

Tal como indica el título, Hedda Gabler es la protagonista de este drama teatral. Mujer de carácter fuerte, profundamente desilusionada y manipuladora, este breve drama explora la psicología del desencanto.

Los cuatro actos de este drama representan un momento esencial para comprender el trágico final. Todos ellos comparten el telón de fondo: la recién inaugurada casa del doctor Jørgen Tesman y su esposa Hedda Gabler.

Abstracción

El principal escenario es la casa recién inaugurada del matrimonio, a la que regresan de su viaje de novios del Tirol, donde parece que Tesman se ha centrado en el estudio de viejos libros en vez de dedicarse a su flamante esposa Hedda. Su nuevo hogar ha estado proporcionado por la tía de Tesman, Julia, quien ha renunciado a todo con tal de poder ofrecerle la vivienda a su sobrino, ya que este es huérfano.

El sacrificio de tía Julia para con su sobrino contrasta con el poder económico de Hedda, la aristocrática hija del capitán Gabler; y el carácter afectuoso de la tía con la tremenda indiferencia que Hedda muestra hacia su marido, el papel de esposa y el rol de mujer en general.

En medio de esta tensa presentación y reencuentro llega Thea Elvsted, antigua amistad de Hedda, quien se encuentra en una complicada situación sentimental: ha decidido abandonar a su marido por un hombre con mala fama, y conocido de Tesman, Eljert Løvborg.

El último personaje que falta en escena es Brack, un asesor, también conocido de Tesman, que intenta convertirse en el amante de Hedda. Con su aparición, el auténtico drama está servido: un matrimonio sin amor, una aventura peligrosa y una apuesta arriesgada.

El segundo acto transcurre durante la tarde del mismo día y se inicia con una tensa, aunque cómica, conversación entre Hedda y Brack. A medida que transcurren los diálogos la verdadera Hedda empieza a aparecer. La situación se intensifica cuando Eljert Løvborg acude a casa de la pareja en respuesta a una carta del propio Tesman.

Eljert Løvborg ha publicado un nuevo libro de éxito, razón por la que Tesman se muestra un tanto celoso, aunque puede que ese sea el motivo del deterioro físico e intelectual con el que se presenta en escena. En un momento de intimidad entre Hedda y el escritor, ella aprovecha para recordarle la relación amorosa que les unió tiempo atrás. Thea reaparece cuando los tres hombres se marchan para acudir a una fiesta y decide quedarse con Hedda.

El tercer acto describe la llegada de Tesman al hogar con los papeles manuscritos del próximo libro de Løvborg. Hedda convence a su marido de apropiarse de ellos para que sea él quien pueda firmar el éxito, pero cuando Hedda se queda a solas con los papeles, decide quemarlos, arrebatándole la oportunidad de triunfar.

Después de esta escena, regresa Løvborg muy inquieto y nervioso debido a la pérdida de los papeles de su libro. Hedda lo engatusa y, ante la estupefacción del lector, le entrega al escritor un revólver.

Finalmente, todo el dramatismo se concentra en el cuarto acto cuando toda acción debe ser resuelta. Lo primero que se confirma es la muerte de la hermana de tía Julia, y, por lo tanto, tía de Tesman, Rina. Durante un diálogo entre Tesman y su esposa a raíz de esta noticia Hedda le confiesa la quema del manuscrito. A punto de abandonar la escena lleno de rabia, aparece el asesor Brack e informa a todos del suicidio de Løvborg. De igual manera hará saber a Hedda que la pistola que quitó la vida al escritor es la suya y que sospecha de su persona. Hedda no solo no niega la acusación, sino que parece regodearse en ella. Como presa de una locura transitoria decide retirarse detrás de una cortina y ante la expectación de los demás, se quita la vida.

Desnudando el libro

La temática predominante en esta dramaturgia es el hastío cosificado en Hedda. La propia Hedda lo menciona directamente en la conversación que mantiene en el segundo acto con Brack.

(Mi profesión es) La de morirse de hastío.

Hedda juega constantemente, véase las conversaciones con Brack, Løvborg o Thea, con el único objetivo de entretenerse, como diversión particular. Es más, antes del inicio del acto tercero Thea comenta.

Tú tienes algún pensamiento oculto, Hedda.

Y si bien Hedda sale airosa de esta acusación, lo cierto es que el lector no se imagina el impacto que tendrán estas palabras.

Recuperando el inicio del drama, más concretamente la descripción de Hedda como preludio a conocer al personaje, se detectan en ella pistas relevantes acerca de su carácter.

Es una mujer de veintinueve años, de rostro y continente llenos de nobleza y distinción. El cutis es de una blancura mate. Mucha calma y frialdad en sus ojos de un gris de acero.

Tal como se dibuja, Hedda es una mujer adinerada que se ha casado con alguien intelectualmente inquieto, por lo que no debería tener preocupaciones u obligaciones. De hecho, la pareja vive con Berta, la criada, que atiende la casa en general y realiza asimismo el papel de esposa, ya que Hedda se niega a desempeñarlo.

Este personaje de Ibsen resulta más complejo que Nora, la protagonista de Casa de muñecas, ya que decide casarse, aunque detesta a su marido y todas sus relaciones sociales están mediatizadas por un objetivo, el de obtener algo a cambio.

Sin embargo, esa relación es a su vez problemática, ya que si bien es cierto que todas las interacciones del drama tienen una intención oculta y responden a un impulso, al final caen en la conciencia de Hedda hasta crear un sentimiento de culpa tan poderoso que es capaz de quitarle la propia vida.

Hedda, por lo tanto, es un personaje movido por el egoísmo y el aburrimiento extremo, pero que en última instancia cae en el remordimiento. Resulta una personalidad compleja, autodestructiva, que acaba por arruinar la vida de quienes la rodean. Dotada por una elegante inteligencia, sufre de manera intensa precipitando la escena final hacia lo trágico. 

La escena de todo el drama transcurre en las estancias principales de la casa del matrimonio, descritas con todo detalle en las acotaciones y respondiendo a un perfecto modelo victoriano. Lo que no encaja es la protagonista, Hedda, quien no está a la altura de las circunstancias, pero tampoco quiere estarlo. Atrapada en un maniqueísmo constante, el desenlace parece inevitable. 

 

Ambientación

Henrik Johan Ibsen, 1828 – 1906, fue un dramaturgo y poeta noruego conocido por causar escándalos con el contenido de sus representaciones teatrales.

Considerado el padre del teatro realista moderno, creó personajes femeninos fuertes y críticos, lo que no encajó en absoluto con la estricta sociedad victoriana. Tampoco él se ajustó nunca a los estándares sociales: introvertido en la infancia, se reconoció ateo de adolescente y firmó obras de teatro no aceptadas en la adultez.

Actualmente es reconocido por la fuerza de sus protagonistas: Nora en Casa de muñecas, que pertenece al segundo período del autor, el realismo crítico, y Hedda Gabler que corresponde a la etapa simbolista.

Frase reveladora

¡He ahí lo que se llama un acto!

Reflexión

No cabe duda de que Hedda Gabler es una magnífica obra dramática, sin embargo, para aquellos lectores no familiarizados con el teatro de Ibsen podría suponer un rechazo. Se recomendaría empezar por la ya citada Casa de muñecas para entrar en el imaginario del autor.

Hedda Gabler

Autor

Henrik Ibsen

Edición

Oxford University Press, 2008

Páginas

384

ISBN

9780199536191

Valoración

Hedda Gabler